Ha quedado en la mentalidad colectiva una visión negativa del ludismo, se dice que era un movimiento de trabajadores que en el siglo XIX destruían máquinas y fábricas sin ton ni son. Casi todo el mundo está de acuerdo que los luditas eran unos personajes que iban errados en sus planteamientos. Las fuerzas conservadoras los criticaban por ir en contra de las leyes naturales y la reconsagrada propiedad. Las izquierdas por ir en contra de las innovaciones tecnológicas y el progreso.
Han pasado más de 190 años de la crema del Vapor Bonaplata. Quizás es hora de volver a mirar atrás y llegar a algunas conclusiones. Intentaré explicar que los luditas tenían toda la razón del mundo y que hay que recuperar sus actitudes y sus valores. Protestaban por los efectos de la maquinización. No puede ser que con el adelanto de la ciencia y la tecnología aplicadas a la economía, en vez de vivir mejor, nos quieran hacer creer que tenemos que vivir peor: paro, precariedad, Globo o recortes del Estado de Bienestar, por ejemplo. Aquellos pobres trabajadores ingleses, como también los de aquí- de inicios del siglo XIX, no entendían cómo podía ser que la introducción de las máquinas en vez de aligerar las condiciones de vida de la clase obrera, comportara pasar hambre y todo tipo de calamidades. Nosotros tampoco lo entendemos ahora. ¿Por qué las nuevas tecnologías de hoy han creado un ejército de personas en paro y amenazan por todos lados nuestro migrado estado de bienestar? Y cuando llegue la Inteligencia Artificial, todavía será peor. De hecho, si se crea la IA es porque la Inteligencia Natural es idiota.
Lord Byron en 1816 escribió esta estrofa de una canción para los luditas: «Moriremos luchando o viviremos libres, y mueran todos los reyes menos el rey Ludd”. Viendo lo que pasa estos días tendremos que volver a crear un ejército al servicio de este rey, el único que podemos aceptar los republicanos racionalistas.
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