José Luis Aliaga Jiménez, es presidente de S.O.S. Racismo Aragón.
Los años noventa del siglo veinte trajeron la consolidación de diversos movimientos asociativos de carácter progresista o transformador. Ejemplos de ello, precisamente, son, de una parte, la constitución de S.O.S. Racismo Aragón, en 1992, como réplica local de un joven movimiento internacional organizado en torno a la lucha contra el racismo y la xenofobia; de otra, la creación en 1996 del Movimiento Juvenil Aragonés Laico y Progresista (MJALP) como estructura interasociativa aglutinadora de entidades que provenían de las Casas de Juventud y, después, del Foro Joven.

Durante bastante tiempo S.O.S. Racismo Aragón y el MJALP han recorrido caminos paralelos en cuanto a los objetivos básicos perseguidos, de transformación y justicia social. Lógicamente, la diferencia en el foco de atención prioritario de cada organización no ha propiciado la coincidencia cotidiana de las prácticas y actividades respectivas.
Pero, sin duda, tiene lugar un punto de inflexión con la puesta en marcha del Ate-neo Laico Stanbrook, en cuya inauguración estuvo presente S.O.S. Racismo Aragón. A partir de ahí, se han incrementado paulatinamente los momentos compartidos, bien mediante la asistencia a actos organizados en el Ateneo, bien por la participa-ción de S.O.S. Racismo Aragón, a través su área de Pedagogía y Sensibilización, en los cursos de monitor de tiempo libre celebrados en Torrellas en los años 2018 y 2019.
A finales de 2019 se produce una feliz coincidencia: la decisión de S.O.S. Racismo Aragón de trasladar su sede a un lugar más acorde con las nuevas necesidades de la entidad y, de otra parte, la iniciativa del Ateneo Laico Stanbrook de ampliar sus horizontes y acoger a entidades con objetivos y prácticas que pudieran
retroalimentarse con los propios de las asociaciones ya residentes en el Ateneo. Hubo un entendimiento inmediato y antes de comenzar el año 2020 S.O.S. Racismo Aragón ya estaba instalado en el Stanbrook. Nos disponíamos ya a planificar actividades conjuntas y hasta se había cerrado alguna fecha para colaborar en un curso en Torrellas cuando sobrevino la pandemia de la COVID-19. A mediados de 2021 parece que el sombrío panorama comienza a despejarse y es posible que podamos retomar los planes de colaboración aparcados con el confinamiento: aquellos en los que las entidades se enriquecían mutuamente y, con ello, se aunaban fuerzas en la persecución de ese objetivo común de justicia social.
El artículo forma parte del libro «Asaltar los suelos», donde 71 activistas y representantes sociales reflexionan sobre el movimiento juvenil en el 25 aniversario del MLPA.
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