Notas de sociedad 6
Oyendo el otro día la radio (¿alguien oye aún la radio? «Seis de cada diez jóvenes consideran la radio una de las fuentes de información más fiables, aunque solo el 14% la escucha» según la Encuesta de Medios y Noticias del Eurobarómetro. Coherencia hasta el final), lo dicho, oyendo el otro día en la radio un programa sobre inteligencia artificial, me vino a la cabeza un libro de 2024 de Fernando Bonete, La guerra imaginaria, con un subtítulo sugerente (Desmontando el mito de la inteligencia artificial con Asimov) que intenta contrarrestar esta dinámica:
«Estamos en guerra con la inteligencia artificial y los robots. El cine y las series han hecho mucho daño con sus oscuras visiones de un futuro (…) Una mayoría de ensayistas también ha hecho mucho daño. Amparándose en el imaginario colectivo procedente de la ficción cinematográfica, seriéfila o literaria, han escrito lo que han querido –lo que han querido– pasar por una «no ficción» rigurosa sobre el catastrófico impacto futuro de la inteligencia artificial y la robótica. (…) Estos escritores han hecho del recelo frente a la inteligencia artificial y la robótica, sostenido por la industria audiovisual y el mesianismo de la industria tecnológica, un tema sobre el que fundar las peores predicciones del futuro, así como una fabulosa herramienta para el impulso de sus artes adivinatorias. Afirman que nos encontramos a las puertas de un apocalipsis digital, que nuestra civilización está al borde de su extinción, que el control del algoritmo ha creado un estado policial de mayor calado y gravedad que los grandes totalitarismos del siglo XX, o que la revolución tecnológica en marcha en nuestros días es la mayor que ha vivido la humanidad.»

Esto no es un alegato en favor de la IA, otro día puede que meta en sus pros y contras, pero lo que no llevo bien es ese ataque al futuro, a la esperanza, ese destrozar los planes que cualquiera queramos montarnos porque esto se acaba. Y mal.
Actualmente, estamos rodeados de distopías, nos encanta ver el mundo desaparecer sin remedio, y no sé si eso nos ayuda. Además, casi deseamos que el colapso sea obligatorio y venga de fuera (meteorito, extraterrestres, virus, tecnología…), al igual que esperamos que algo externo (algún superhéroe, alguna fuente nueva de energía…) nos salvará. Lo siento, pero todo sigue dependiendo siempre de nosotros, de nuestra esperanza y nuestra organización. Si no, apaga y vámonos.
Y, siguiendo con la radio, en el mismo programa, ponen una entrevista, sobre la Inteligencia Artificial, con Joan Fontcuberta, uno de los fotógrafos con más proyección internacional y representante, por tanto, de un sector muy afectado por la IA (¿Habéis entrado en https://thispersondoesnotexist.com?, ninguna de estas personas existe) y dice: «Nos ha quitado la venda de los ojos, vivíamos en la inopia pensando que lo fotografiado existía» y acaba con un «Hay que temer a los humanos, no a la tecnología». Pues eso.
Y, una recomendación más, el último libro de Jaume Funes: El humanismo en tiempos digitales. Recuperar la condición humana cuando el mundo digital nos desconcierta. Aquí un buen resumen.
Por cierto, volviendo a «escuchar la radio», evidentemente no estaba escuchando la radio, era un pódcast (una serie de programas grabados en audio y transmitidos online y que puedes oír más o menos cuando quieras). No estaría mal que dejarais en comentarios cuales son vuestros pódcast favoritos.
Posdata (Que no es la traducción de pódcast, sino «aquello que se añade a una carta ya concluida y firmada»): Todo esto ha sido escrito sin usar IA, y antes de la aparición de DeepSeek.
Cal desconfiar de les tecnologies perquè s implementen per guanyar diners. I a mes el mitja es el fi. Les tecnologies son en si mateixes ideologies. 20 anys tard ens adonem qye les pantalles a les escoles son letals.