Ficha técnica
Título original: F1: The Movie
Año: 2025
Duración 155 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Joseph Kosinski
Reparto: Brad Pitt, Javier Bardem, Damson Idris, Kerry Condon, Tobias Menzies.
Género: Acción. Drama. Coches. F1.
Crítica
Si con Top Gun: Maverick, Kosinski nos devolvía los blockbusters al más puro estilo de los noventa, con F1 lo vuelve a hacer, pero aún mejor, ahora lo hace apretando el DRS al máximo.
La sinopsis es conocida por todos, incluso antes de que empiece la película, y es que vamos al cine sabiendo qué va a pasar y cómo va a terminar, pero no importa, no importa en absoluto. Lo fascinante de esta película no es la historia, ni el guion, sino las carreras de coches. La realidad es que hay pocos momentos en los que realmente los personajes tengan diálogos cara a cara. La gran parte de la película (por suerte) son los últimos circuitos del gran premio de F1, ¡y menudas carreras! Serían lo mejor del film si el protagonista no fuera otro que Brad Pitt. Que… bueno, ¿qué decir de Brad Pitt? Seguramente el actor por excelencia de este siglo. Un tío carismático, imponente en pantalla, y sobre todo, muy, muy guapo, guapísimo. Pitt desprende magnetismo en todos los frames de la película.
La película nos habla de Sonny Hayes (Brad Pitt), piloto que tuvo su época dorada en la F1 en 1990, hasta que, un día, tuvo un fuerte accidente en una carrera que le dejó fuera de las pistas. Treinta años después, el propietario de la peor escudería de la F1 le pide, que como favor personal, que vuelva a competir las últimas nueve carreras para intentar salvar al equipo de la quiebra. Como compañero de equipo, tendrá al otro protagonista de la película: Joshua Pearce (Damson Idris). Es un joven novato con mucho potencial, pero con la cabeza aun de un niñato engreído y prepotente.
Creo firmemente que esta es la mejor película de carreras de los últimos años, o al menos, la mejor grabada. Hay varios POV dentro del coche que son simplemente fascinantes. Sin duda, la cámara, impulsada por Kosinski, al igual que Hayes, vuela. Por no decir, además, que está rodada en IMAX, que eso siempre le da un toque.
Zimmer compone la banda sonora que, por primera vez en mucho tiempo, no es machacona, sino que tiene un toque de música disco con sintetizador que mola.
F1 nos da lo que todos queremos de un film así: motores, gasolina, ruido de asfalto, paradas en boxes problemáticas, peleas entre compañeros… Pero lo que sin duda destaca de esta película es su estrella. Brad Pitt está en modo leyenda, al más puro estilo Steve McQueen.
Si Misión Imposible: Sentencia Mortal me pareció la película de acción del año, sin duda tengo que comerme mis palabras y aceptar que F1 le supera en todos los aspectos, tanto en la narrativa visual, como en la escrita. Una grata sorpresa, pero estando Brad Pitt, ¿quién espera una mala película?
Completamente de acuerdo.
La película es previsible y el romance ni fluye, ni aporta nada nuevo. Pero ¿importa? Solo si esperas una historia profunda. Porque, si te gusta la F1, lo demás da igual y te pegas dos y pico entretenidas.
Las carreras son el verdadero espectáculo -confieso que a mí me sobró alguna-: adrenalina pura, cine de motor en estado puro.
Así que, aunque me ha parecido narrativamente anodina, para los fans del asfalto y el ruido de los motores, sí, merece la pena.