Un espacio de entrevista que nace con la voluntad de compartir visiones y experiencias de personas relacionadas con las Casas de Juventud.
Sábado. 15:30h. Betxí. 39.93118383963196, -0.20282314675830382
Esta vez estamos con una joven militante que se formó en el Movimiento Laico y Progresista Valenciano y ha acabado profesionalizándose en el ocio educativo con adolescentes. Estamos con Paula Gumbau Calpe, una persona involucrada con su trabajo y convencida del poder transformador de los y las adolescentes.
¿Nos puedes contar, desde cuando llevas vinculada al movimiento juvenil?
Empecé cuando iba al instituto con la Asociación de Alumnado del IES Betxí: Adatau. Un profesor nos dijo a mi grupo de amigas y a mí si queríamos entrar a formar parte y estuvimos activas en la asociación en un momento qué era muy reconocida y organizamos muchas cosas, entre ellas un viaje a Madrid. Después hice el curso de Monitora de tiempo libre en Benicasim con la Escuela de Casas. Mis prácticas las hice en mi pueblo, al esplai de Betxí. Mientras hacía el Curso de Monitora una de las profesoras me animó a hacer el curso de Cómo trabajar con adolescentes en el tiempo libre. Es un monográfico que te capacita para trabajar en un Centro Juvenil. Me motivé porque a mí me resultaba más interesante trabajar con personas de esa edad que con niños. Ya trabajaba en el esplai de Les Alqueries llevando un grupo de jóvenes voluntarios y haciendo actividades los sábados con niños de 6 a 12 años. Una vez hecho el curso, me presenté a la selección de personal de la Federación Valenciana de Casas de Juventud. Pasé las pruebas y empecé a trabajar en un Centro Juvenil en Castelló como animadora sociocultural. En ese momento me focalicé totalmente en el mundo adolescente, dejé el esplai un poco de lado y empecé a dinamizar varias asociaciones de alumnado en los IES en coordinación con el trabajo de centro.

Cómo se ve, tienes suficiente experiencia en diferentes entidades de tiempo libre, ¿actualmente qué haces?
Actualmente, estoy en el Centro Juvenil El Refugi por las tardes donde hacemos actividades con adolescentes en el tiempo libre. Me encargo de gestionar el espacio: programo las actividades culturales, organizo los grupos, las horas y las aulas, hago la difusión de las actividades, hablo con las familias, entre otras y aparte también soy la monitora especialista de algún taller. Además, lo compagino con el trabajo en institutos, estoy dinamizando las asociaciones de alumnado de cinco IES de la provincia de Castelló, el IES Vicent – Castell y el IES Joan Baptista Porcar de Castelló, el IES Violando de Casalduch de Benicàssim, el IES Honore Garcia de la Vall d’Uixó y la IES Betxí. En los IES ayudo a las asociaciones a sacar adelante sus actividades, además activo grupos de jóvenes con sesiones en aula basadas en el aprendizaje servicio y hacemos análisis periódico con encuestados para saber la realidad de cada instituto.
¿Cómo le explicarías a alguien que no conoce lo que hacemos, lo qué es?
Pienso que lo que hacemos es dar oportunidad a las personas jóvenes que tienen inquietudes. Les ofrecemos espacios para organizarse y poder cumplir aquello que quieren conseguir. Con nuestro trabajo enseñamos a las personas adolescentes a que desarrollen su espíritu crítico, a que se impliquen y participen, a que se organicen y todo mediante una metodología específica, puesto que se trata de un proyecto educativo. Lo que hacemos en los institutos y en los Centros Juveniles es el mismo. Con el trabajo en institutos tenemos un contacto directo con las y los adolescentes, pero la posibilidad de tener el complemento del Centro es la clave para poder dedicar más tiempo y tener un espacio seguro donde poder crear.

Hace poco FADES – Federación de Asociaciones de Estudiantes, celebró el Día Escolar de la Pau y la No violencia, ¿nos podrías contar el qué habéis hecho?
Desde la creación de FADES miramos a las compañeras de Aragón, su trabajo nos ha guiado y más en una actividad tan emblemática como es el Día Escolar de la Pau y la no Violencia. Este año, con 54 conflictos armados activos, teníamos un lema «No hay Paz sin tolerancia e igualdad». Hemos trabajado de manera directa con 10 asociaciones de alumnado de la provincia de Castelló, con la lectura de un manifiesto y la representación del símbolo de la paz en los patios. Más de 2.000 estudiantes han participado de las actividades programadas. El pasado sábado hicimos la evaluación de la acción, todas las personas implicadas en la organización coincidieron en el mismo, es una actividad necesaria.
Pues, enhorabuena. Ampliando un poco el foco, ¿Qué piensas que es lo mejor qué tenemos como movimiento?
Para mí lo mejor que tenemos como movimiento es la resiliencia, puesto que tenemos un proyecto educativo en el tiempo libre y lo llevamos a cabo, aunque muchas veces no tenemos apoyo o surgen dificultades, seguimos con nuestra idea de educar para cambiar el mundo. Además, pienso que las personas que formamos el movimiento somos personas muy concienciadas que creamos en lo que hacemos y luchamos porque nuestro mensaje llegue al resto de personas desde la infancia.
Para ir acabando, ¿cuál crees que es el reto más grande que tenéis las entidades juveniles actualmente?
El mayor reto que yo veo, después de estar mi día a día personas adolescentes, es conseguir que la población sea más crítica y participativa. Actualmente, hay muchos estímulos y es muy fácil acomodarse, nuestro reto es formar a personas críticas que luchan por lo que creen y que no tengan un pensamiento individual sino que trabajen en colectivo! No es una tarea fácil, pero pienso que es necesario que haya personas que trabajemos en conseguir un pensamiento colectivo, puesto que es el que nos asegura el futuro como sociedad.
Gracias Paula.

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