Inteligencia para concebir, coraje para querer, poder para forzar

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Revista laica para la reflexión y la agitación política republicana

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Extremadura ¿Qué ha cambiado?  Nada.  ¿Qué significa?  Todo.

30/12/2025

Para entender lo sucedido el domingo, es preciso que establezcamos algunos principios previos.

Primer principio.  España es un reino de las autonomías, la mayoría de las cuales cuenta con una población que no cree en la necesidad de dichas autonomías.  Esto da para otro artículo, pero es un hecho innegable.

Segundo principio. En el modelo del reino de España, las elecciones sirven para establecer los factores aritméticos que permitan formar gobierno y gobernar.  Este es el elemento político de fuerza.  Sumar o no sumar.  Lo demás es irrelevante.

Tercer principio. La calidad de la clase política es percibida de distinta manera por el votante de izquierdas que la mide en términos de características de las personas por el de la derecha que lo mide en términos de eficacia para obtener objetivos.  Dos frases definen esto “Votar tapándome la nariz” y “Es nuestro hijo de puta”

El primer principio se cumple a la perfección.  Las elecciones forman parte de una estrategia estatal que se está desarrollando pasando por encima de las necesidades reales de las comunidades afectadas. Vota para echar a Sánchez, grita la derecha. Vota para frenar a Vox, vocifera la izquierda.  Es evidente que la campaña ha carecido de cualquiera de los elementos que deberían definirla:  programas, candidatos, necesidades, soluciones, etc.  No importaba.  Echar a Sánchez o frenar a Vox.  Lo demás ha sido vestir al muñeco, desde las razones para la convocatoria hasta los análisis del resultado final.

La aplicación del segundo principio nos dice que nada ha cambiado. Los factores aritméticos se mantienen de tal forma que el resultado final es sensiblemente igual a la situación anterior.  El PP necesita a VOX.  ¿Más que antes? No.  Exactamente igual. PP más Vox igual o mayor de 33 escaños.  ¿Está la izquierda en posición de bloquear investidura, presupuestos, legislación…? No.  Ya que PSOE mas IZQUIERDA es menor de 33.  Y se acabó.

Otros datos aritméticos. La derecha gana 32.000 votos, la izquierda pierde 89.000, la abstención crece en 83.000 votos. El universo electoral es prácticamente igual en los años 2025 y 2023.  Datos.  Esto significa que la derecha ha recopilado votaciones marginales del año 2023 y que la izquierda ha sido castigada por la abstención.

Esto nos lleva al tercer principio.  Uno de cada tres votantes de izquierda, se quedó en casa. Los votantes de derechas han cerrado filas.  Esto está perfectamente entendido en los cuarteles generales postfranquistas. Las durísimas campañas de desprestigio de los políticos tienen por objeto desanimar al votante de izquierda. Sin embargo, los votantes de derechas no penalizan la incompetencia, la podredumbre o la falsedad de sus políticos.  Porque son sus incompetentes, sus podridos y sus mentirosos.  Pero consiguen el objetivo de que no gobiernen los ateos, antiespañoles, feministas y terroristas.

Así que no cambia nada en lo esencial.

Pero hablemos del significado.  Estas elecciones son un tratado de política que vale oro puro. Vamos por partes.

Vox. Ha validado su estrategia de no participar en los gobiernos. No se si se mantendrá así. En cualquier caso, ya avisa de que quiere cobrarse piezas. Para eso se disfrazó de señorito Abascal.  La cuestión es que las piezas que se cobrará o serán secretas como en Valencia, o serán del gusto del PP.

El PP podrá pagar lo que le pidan, no es que sean menos postfranquistas que Vox, es que hasta ahora han venido disimulando. Así, que mientras no les pidan las consejerías “centrales” en las que se deciden los negocios, se pueden quedar con el colorido de los toros, las políticas negacionistas y machistas. No son un problema.

A nivel estatal el primer objetivo está logrado. Derechazo al hígado de Sánchez. Y de paso a Yolanda Díaz. Se van a poner pesadísimos con estos resultados, pero no mucho más de lo que estaban hasta ahora.  Ahora bien, a veces en política, no conviene ganar mucho en el primer asalto.

La izquierda UxEx. Cuantas x últimamente en la política española. Ha validado la conveniencia de acudir unidos a las elecciones. No para conseguir un resultado político significativo, mas allá de la bofetada a Díaz, sino para consolidar estructuras de organización, muy necesitadas de suministro.

Y el PSOE.

A veces la letra con sangre entra.  Como decían mis profesores hace muchas décadas. Un cachete a tiempo, salva vidas. En este caso, una buena hostia en toda la cara. Vamos a ver si se aprende. Todo se ha hecho mal. Desde la elección del candidato, no achacable a Ferraz, que perdió las primarias dos veces, sino a los propios militantes extremeños que olvidaron que en una comunidad que no cree en las autonomías, lo que pasa en Madrid, no se queda en Madrid.  Pensaron que contra Sánchez les iría mejor y resulta que el hígado maltratado era el de ellos. Tampoco es tan importante un buen candidato pero puede mejorar algo el resultado, pero no mucho.

Tampoco ha ayudado la campaña.  Sánchez está fiando todo al “El PP es corrupto” y “Que vienen los fachas”, pero como hemos visto esto no despierta pasiones en muchos votantes socialistas.  Puede que a algunos les induzca a votar, pero vemos que no ha sido así. En este sentido me ha parecido mucho más inteligente el movimiento táctico de Pilar Alegría en Aragón ofreciendo un acuerdo presupuestario a Azcón y dejándolo sin argumento que justificara la convocatoria. Veremos si tiene continuidad en la campaña.

Creo que lo que caracteriza a las personas que se sienten de izquierdas es la firme convicción en la necesidad de cambiar las cosas. Progresistas, nos dicen ahora.  Es decir, nos gusta progresar, no conservar. Sin embargo, nos hemos convertido en focos de resistencia.  Todos son plataformas “En defensa…”   Bueno, amigos y amigas, resistiendo no se cambia nada. Ningún movimiento de resistencia ha conseguido hacer avanzar la sociedad.  Sólo cuando la resistencia es capaz de convertirse en ofensiva, cuando alcanza el poder político, es cuando el mundo cambia.  ¿Qué hay que cambiar?  Ah, que buena pregunta, esto también da para otro artículo.

Así que convendría ir dejándonos de: “Ellos son más corruptos y machistas y menos competentes que nosotros” o “Frente al fascismo, ni un paso atrás”.  Y pasemos al: “Fuera corruptos, machistas o incompetentes de nuestras listas” y “A por ellos que son pocos y cobardes”.  Todo dicho en su justa medida y con la templanza que exigen los tiempos, ya me entienden ustedes.

Así que estas elecciones extremeñas que no cambian nada, han de ser estudiadas a fondo, hay que extraer las lecciones que nos dan y entender la profundidad de su significado.  Nada, pero Todo.

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