Ficha técnica
Título original: Riddle of Fire
Año: 2023
Duración 114 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Weston Razooli
Reparto: Analeigh Tipton, Charles Halford, Weston Razooli, Danielle Hoetmer, Charlie Stover, Lorelei Mote, Phoebe Ferro, Sohrab Mirmont.
Género: Fantástico. Comedia. Aventuras.
Crítica
Para aquellos que dicen que la gente cada vez va menos al cine, este festival nos confirma todo lo contrario. El festival de cine fantástico de Cataluña este año ha vendido más de setenta mil entradas, con treinta mil personas más que el año pasado, cosa que demuestra que, si algo bueno tiene este festival, es que no importan los grandes nombres, siempre hay pequeñas (o grandes) joyas que sorprenden al público, con oferta para todos los gustos y colores.
Empezaré con uno de los films más esperados del festival, Riddle of fire, de Weston Razooli. Es una cinta que ya gustó en Venecia, y que en Sitges sigue con esa misma trayectoria. Al fin, una película con alma, que tiene una razón de ser, algún motivo para ser escrita y para ser vista.
La acción nos presenta a tres niños que viven en un pequeño pueblo perdido en la América profunda, en el que aparentemente no pasa nada. Tres niños (dos niños y una niña) que van en moto a los sitios y que roban sin preocupación alguna. Un largometraje de casi dos horas que recuerda a esas aventuras ochenteras de Dragones y mazmorras: elfos, brujas, cazadores… Un gran marco de personajes que, poco a poco, se van abriendo paso en medio del gran imaginario del director. ¿El McGuffin de esta historia? Un huevo. Sí, literalmente un huevo para poder hacerle una tarta a su madre. Ese es el elemento que impulsa a nuestros protagonistas a semejante y divertida aventura.
Si bien no es una película de ciencia-ficción (no vemos a Legolas por ningún sitio), sí que la aventura nos recuerda los poderes de la imaginación. Puede que realmente Analeigh Tipton fuera un hada, o puede que todo se lo inventaran los niños para verse con ganas de ir tras una secta un tanto rara (parecida a la secta de Mandy, pero mucho más edulcorada), solo porque no les quieren dar un huevo. El director, a través de estos niños, nos habla de su infancia, y por eso se crea un relato realmente personal e interesante, ya que pese a lo imaginario, hay verdad en ello.
Cabe resaltar que no es una película perfecta, ni mucho menos, pero, al menos, tampoco es pretenciosa en ese sentido. Es una película que busca que pases un buen rato, no descubrirte verdades universales. Si bien los chicos se quedan en una superficialidad de niños pequeños haciendo cosas graciosas, hay algunos momentos que sí que se pueden notar ciertos intentos de profundizar en los protagonistas.
En un festival tan aleatorio como es Sitges, Riddle of fire, no considero que haya decepcionado a nadie ¡y eso no es poco! (no hace falta hablar de Rabia…). Razooli consigue un film bastante compacto y sincero, encabezado por un conjunto de imágenes realmente bonitas y fantásticas. Una película sincera, con toques de humor, que consigue transmitir la nostalgia que siente el director por esos años de niñez. Todo un acierto.
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