«El Partido Laborista ha arrasado este jueves en las elecciones generales del Reino Unido, y Keir Starmer tomará posesión en unas horas como primer ministro» dice el titular de eldiario.es.
Keir Starmer, ¿y quién es Keir Starmer? Un político raro, una apuesta aburrida, sin encantos aparentes, no llego a entender cómo es que lo habían elegido como candidato (nunca entiendo nada), pero ha resultado ser la única alternativa europea sería a los avances de la extrema derecha. Y en un contexto duro: Inglaterra está mal, el Brexit no ha sido para nada un éxito. Y, ¿qué ha ofrecido? Un proyecto modesto, moderado: «aliviar las listas de espera de la sanidad pública con más recursos, dar más dinero a las escuelas públicas, construir más de un millón de viviendas y rellenar un millón de baches al año«. No ha enamorado con un proyecto esperanzador. Sólo ha sido algo realista. Era el menos malo y no ha intentado ocultarlo. Y la gente lo ha elegido. Nos debe hacer pensar. Igual estamos jugando demasiado al discurso de la derecha. O queriendo llegar muy pronto (y dejando atrás a mucha gente).
Me quedo con dos de las frases del discurso del primer discurso del nuevo primer ministro: «La gente ha hablado, están listos para terminar con la política del espectáculo y volver a la política como servicio público. (…) Habéis votado. Ahora nos toca cumplir». Servicio público. Gestión. ¿Toca ahora asumir que es el tiempo de la gestión? Recuerdo que en mi etapa como responsable político hablaba de lo lógico y de lo ideológico. Había tanto que hacer a nivel estructural, lo lógico (crear una red de profesionales en todo el territorio, en mi caso), que no tenía mucho tiempo/recursos para otros temas. Incluso sabía que el esfuerzo tenía que estar en trabajo/vivienda/vulnerabilidad (pero no eran mis competencias concretas). Puede que haya momentos para enamorar (o posibilidades), pero seguro que la mayoría de la gente pide seriedad y seguridad. Y ahí viene la segunda frase: «Que nadie se equivoque, estamos ante la gran prueba para esta era: la lucha por la confianza es la batalla que define nuestra era». Recuperar la confianza.
Y volviendo a quién es Keir Starmer, quisiera apuntar que desde hace un tiempo más que leer la prensa, «sigo» a algunos periodistas (la tecnología me ayuda avisando de sus escritos), y una de ellas, María Ramírez de eldiario.es, me descubre la realidad inglesa desde puntos de vista cotidianos, me apetece leerla. Y ella me hizo interesarme por Keir. Tenemos que saber elegir a quién escuchamos.
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