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Napoleón

2/01/2024

Ficha técnica

Título original: Napoleón

Año: 2023

Duración: 158  minutos

País: Estados Unidos

Director: Ridley Scott

Reparto: Joaquin Phoenix, Vanessa Kirby, Tahar Rahim, Rupert Everett, Mark Bonnar, Paul Rhys, Ben Miles

Género: Drama.

Crítica

Vamos a hablar de Napoleón. Cosa extraña es que uno de los mejores directores de la historia del cine, Stanley Kubrick, se pasara más de veinte años intentando sacar adelante este colosal proyecto sobre la vida de Bonaparte. Hay muchas especulaciones sobre las ideas del director, pero sí que hay un guion escrito de unas 155 páginas. Incluso hubo varias productoras interesadas en este film de unos 180 minutos, sin embargo, el presupuesto era excesivo. Se dice también que, para las escenas de batallas, Kubrick habló con el ejército de Rumanía para usarlos como extras. “Es imposible decirles lo que voy a hacer, excepto decir que espero hacer la mejor película jamás hecha”, decía Stanley en una carta a los estudios en 1971.

Hoy en día puede parecer una locura rechazar semejante idea, sin embargo, en la década de los setenta la gente ya empezaba a estar cansada de las grandes películas de época y querían cosas nuevas. No obstante, Spielberg hace poco confirmó que estaba trabajando junto a Jan Harlan (productor ejecutivo de Kubrick) y con Christiane Kubrick (mujer de Stanley) en una miniserie de siete capítulos basados en el guion de Kubrick sobre Napoleón Bonaparte, y que se emitirán en la plataforma de HBO. Y es por eso que me sorprendió tanto ver que Ridley Scott, en unos pocos meses, tenía su propia película de cinco horas (en cines sale la versión de dos horas y treinta minutos aproximadamente) sobre el general francés. Todo y que no sea una mala película, no se asemeja en nada al sueño de Kubrick.

Si bien está habiendo muchas críticas sobre algunos aspectos históricos de la película, como bombardear las pirámides, en mi opinión (y más en una época de Fake News como la actual) el cine no debe de ser históricamente real. No me importa que Joaquin Phoenix no hable francés, lo que sí que me importa es que el film se me haga lento.

Ridley Scott es un director clásico en todos los sentidos de la palabra. Si bien podemos entender “clásico” como un tiempo pasado, es decir, que es un director viejo, antiguo, no me refiero a eso exactamente. Lo que quiero decir es que Ridley Scott no tiene el síndrome del “auteur” de la Nouvelle Vague. No es Tarantino, ni tampoco es Wes Anderson. ¿A qué me refiero? Todos los films de Wes Anderson tienen una marca personal, una imprenta. Solo con ver una imagen sabríamos que estamos en un film de Tarantino, sin embargo, ¿qué relación hay entre Alien y La Casa Gucci? La respuesta es sencilla, ninguna. Scott es un director que trabaja con el material, que crea la mejor narrativa posible dentro de las posibilidades que alberga el film. Su objetivo no es que lo reconozcas, es que veas la mejor película posible. Y eso siempre se lo he reconocido, tanto en Marte como en El Reino de Los Cielos, como en cualquiera de sus largometrajes. 

El inicio es magistral, en todos los sentidos. La película te envuelve por completo, desde la música hasta las cámaras lentas. Y qué decir de la ambientación, ¡qué gran trabajo, tanto de fotografía como de vestuario! Es posiblemente una de las mejores ambientaciones de la Francia de finales del s. XVIII de la historia. La primera batalla es brillante, excepcional. Vemos un Napoleón desmitificado, terrenal, mundano. Creo que lo que más me ha gustado es ver a Phoenix en esa primera batalla en Tolón. Es de las primeras batallas que tiene el general, y parece nervioso, ¡está cagado!, tiene un hilo de voz y parece que en cualquier momento se va a poner a llorar, no es ese ser casi divino que todos tenemos en la cabeza. Las guerras en sí están todas muy bien, y es por eso por lo que lamento que no haya más. En dos horas y media en realidad solamente hay tres contiendas, contando la primera que, pese a ser bestial, dura muy poco en comparación con la de Waterloo, o Austerlitz. En las guerras, Scott plantea un tablero de juego realmente interesante con una composición dinámica y atractiva para todo el mundo.

Considero que es todo un acierto plantear una evolución de personaje. Napoleón empieza siendo un hombre llorón y nervioso. Vemos también su dependencia para con las mujeres, con esa necesidad que tiene de sentirse admirado y querido. Y es por eso por lo que el Napoleón Bonaparte de Scott es un personaje con un vacío emocional inmenso. Tiene constantemente la condición de sentirse respetado, de ser el mejor, de demostrarle al mundo entero de lo que es capaz, y cuando uno tiene deseos tan inmensos, normalmente, su caída es terrible.

Es un film con similitudes con Lawrence de Arabia, en el sentido que vemos la vida de un hombre, un héroe, un símbolo casi divino. Vemos sus inicios y ambiciones, para luego pasar a su caída y final terrible. Si bien Napoleón pasa de ser un joven nervioso y dubitativo a un hombre impasible; creo que su evolución la vemos en el campo de batalla (hay un gran cambio de la primera guerra a la última) y no en las conversaciones con Josefina.

Con la separación de ambos ya se empieza a entrar en el desenlace y, en consecuencia, en la caída, y es allí cuando el film vuelve a cobrar vida. Es por eso por lo que me hubiera gustado un nudo un poco más dinámico y atrevido, puesto que las otras dos partes están realmente bien.

No hay ninguno de los conflictos que tuvo Napoleón en la península, y eso que fueron de gran importancia para la caída del general. Pero Ridley Scott respondió con pena que, debido a la burocracia y a las deducciones fiscales, resultaba poco viable grabar alguna de las tramas de España, cosa que me parece una lástima.

Como empieza a ser costumbre, me gustaría terminar con una frase, esta vez, de un ilustrado francés:

“Cuando tienes a Dios de tu parte, te atreves a cualquier cosa”

Voltaire dixit.

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