Por Ivan Montemayor Doctor en Ciencia Política y miembro de Debats pel Demà
Gabriel Le Senne, presidente del Parlamento de las Islas Baleares desgarró con fuerza una fotografía de Aurora Picornell y expulsó dos diputadas socialistas. ¿Por qué? Se votaba una propuesta de VOX, el partido de Le Senne, para derogar la ley de memoria democrática desarrollada en el ciclo político anterior. Y las imágenes no dejan ningún tipo de duda: el presidente del Parlamento, que lo es así fruto de un pacto entre PP y VOX, rompió la fotografía con odio, auténtico odio. Un odio trans-histórico, que atraviesa los siglos hasta llegar a la actualidad.
Pero ¿quién era Aurora Picornell? Son frecuentes en las Islas Baleares las comparaciones con Dolores Ibárruri, la Pasionaria, pero quizás no es suficiente para explicar muy bien quién era esta mujer, de las que las republicanas del 2024 nos sentimos bisnietas adoptivas.
Aurora nació a Palma el 1 de octubre de 1912, hija de un carpintero de ideología revolucionaria. Era vecina de’s Molinar, un barrio pescador y obrero. Como la mayoría de personas de clase trabajadora, se puso a trabajar en los 14 años como sastra, y bien temprano inicia su actividad política. Se une a la Liga Laica, que lucha contra la hegemonía del catolicismo conservador a la sociedad mallorquina. Una Mallorca que tenemos que imaginar gris, provinciana y caciquil, pero aun con el recuerdo de viejas revueltas republicanas y hermanadas.
En enero de 1931, con 18 años, inicia su colaboración regular en el semanario Ciudadanía del Partido Republicano Federal. Este diario estaba promovido por Joan Alomar Cifre, hijo de un conocido republicano catalanista como era Gabriel Alomar. Anticlerical y masón, Joan Alomar sería encarcelado durante la Guerra Civil y su logia saqueada y clausurada por los falangistas.
Sin duda, Picornell tenía una visión política feminista. Impulsó la revista Concepción Arenal, centrada en promover la figura de la escritora feminista gallega. De hecho, publicó su primer texto en los dieciséis años en forma de prólogo, con dos compañeras más en un polémico libro firmado por la misteriosa Margarita Leclerc: ¿La Mujer es superior al hombre? Estudio dividido en tres meditaciones (1928).
Pero por encima de todso tenemos que recordar a Aurora como una sastra rebelde, como una comunista convencida de la emancipación de clase trabajadora. Militó en el PCE con su compañero sentimental Heriberto Quiñones, un agente de la Komintern. Tendrían una hija a la que le pusieron el evocador nombre de Octubrina Roja. La revolución social internacional era sentida como una posibilidad real, y había que ayudar a organizar las mujeres trabajadoras del sector textil. Era necesario enseñar a leer escribir las mujeres y los niños de la clase proletaria.
Cuando llegó el Golpe de Estado del 18 de Julio de 1936, era obvio que irían a por ella. Aurora molestaba y parece que todavía molesta. Haciendo campaña por el Frente Popular, había hecho un gran mitin en la Casa del Pueblo de Palma el 8 de marzo, día de la mujer trabajadora. Solo tenía 24 años, pero su discurso ante centenares de personas la convierten en un referente para las izquierdas. Su propio nombre es un símbolo de las izquierdas: la Aurora, el alba de un nuevo día y una nueva era que tenía que llegar para superar un pasado lleno de injusticias.
Pero en Mallorca cayó la negra noche del fascismo. En mi isla no hubo Guerra Civil, sino carnicería. Los militares sublevados, con la ayuda inestimable de fuerzas italianas enviadas por Mussolini, tomaron el poder rápidamente. Maestros, políticos, sindicalistas y militantes fueron aprendidos y por las calles se paseaban los Dragones de la Muerte, fuerzas fascistas animadas por los gritos de la inefable cuenta Rossi: «Tutti i rossi fucilati«.
Aurora fue encarcelada, violada y finalmente fusilada en un cementerio. Sus compañeras del PCE, las Rojas del Molinar, fueron asesinadas también. Hemos tenido que esperar hasta el 2022, para que su cuerpo fuese localizado en la fosa común de Son Coletes. Al lado de su esqueleto, los investigadores encontraron su pluma estilográfica.
Por suerte la sociedad mallorquina ha salido parcialmente del pesado silencio impuesto por el franquismo y la política del olvido decretada por VOX y el PP chocan contra una sociedad civil más organizada. Ya sea en la acampada por palestina de la Universitat de les Illes Balears atacada con violencia por un pelotón fascista; por la ocupación de playas del movimiento contra el turismo masivo (identificados por la Guardia Civil) o de las asociaciones de Memoria Democrática que piden la dimisión de Le Senne. Es un contexto difícil, pero hay resistencias.
El ejemplo de Aurora Picornell no se puede borrar tan fácilmente en la Mallorca del 2024. Una estatua de piedra la recuerda en su barrio, mirando orgullosamente al mar mediterráneo. Mientras se siente el rumor de las olas, se puede leer una breve inscripción que recoge una cita suya, que resume su vida y pensamiento: Podéis matar hombres, mujeres, niños. Pero, ¿y las ideas? ¿Con qué balas mataréis las ideas?
Gracias por el artículo. Es una narración honesta y veraz. No debemos cesar en dar a conocer víctima por víctima, nombre por nombre, torturador y asesino, también nombre por nombre. Justicia y Reparación.