Abrimos un nuevo espacio en Memoria del Futuro. 10 minutos con… conducido por Virginia Morales, serán entrevistas mensuales que nacen con la voluntad de compartir visiones y experiencias de personas relacionadas con las Casas de Juventud.
Me gustaría empezar entrevistando a una de las personas fundamentales del proyecto de Casas de Juventud, se trata de la monitora, dinamizadora, animadora, educadora en el tiempo libre… son múltiples nombres para definir una de las piezas clave en el proceso educativo de las Casas de Juventud: la monitora de centro. A estas personas les pedimos que tengan gancho, que sepan conectar con otras, que sean profesionales y tengan todas las fichas impresas, que sepan hacer cosas, que ofrezcan oportunidades, que sea nuestra cara en los institutos, que se ganen la confianza de las familias, que tengan inquietudes, que abran mentes y ofrezcan oportunidades.
Empezamos con Ruth Girona Albert, la monitora del Centre Juvenil la Plana de Castelló, un centro que lleva abierto unos meses en el barrio. Está iniciando la fase 1.
¿Cómo han sido estos primeros meses del curso?
He estado centrada en la entrada en institutos. El centro ha abierto hace poco y ahora es el momento de darlo a conocer. He entrado en todas las aulas del IES Penyagolosa donde hago dos encuestas sobre el posicionamiento en valores y sobre el uso de su tiempo libre. La idea es tener datos para poder adaptar la oferta del centro, saber qué necesidades e inquietudes tienen y poder presentar la oferta de talleres inicial. Ahora estoy centrada en el otro IES de referencia de la zona, el IES la Plana, con la misma dinámica de realizar las dos encuestas en primero de ESO y sesiones específicas para los segundos de ESO con la metodología de aprendizaje y servicio para poder conectar con las personas interesadas en implicarse en la mejora del barrio o del instituto y ayudarlas a llevar a cabo una acción concreta. La entrada en clases de terceros y cuartos todavía las estoy cerrando con el Coordinador de Igualdad y Convivencia del IES.

¿Qué tipo de actividades se hacen en el centro?
Por ahora, he propuesto unos talleres estables a los que las personas adolescentes de entre 12 y 17 años se pueden apuntar. El que ha tenido más éxito ha sido cocina, también se ha generado grupo en arte y audiovisuales, y en unos días espero que empiece teatro y juegos de mesa. Las actividades se hacen principalmente entre semana y en los fines de semana siempre que el grupo se encargue de organizar la actividad.
Tendrás que saber muchas cosas para llenar una programación de año, ¿no?
Un poco sí, para mí ha sido un reto tener que diseñar los talleres anuales. En algunos soy más “experta” que en otros. La parte de artes plásticas siempre me ha gustado y se me siento cómoda con ella. Pero, es verdad que me he sorprendido lo que sé de cocina, porque parece fácil, pero al final hay que pensar muchas recetas para llenar un curso. Ahora estoy con la guitarra. Acabo de empezar y ahí estoy.
Hay algo que no has contado todavía, ¿hay algo más que una oferta de talleres en el centro?
Pienso que el taller puede ser lo más visible en un primer momento, es por uno de los motivos que alguien se apunta al centro. Pero siento que es solo una excusa para poder trabajar con ellos y ellas la adquisición de competencias educativas, hábitos de participación mediante la asunción de tareas. Uno de los mejores momentos de la semana para mi es la reunión del centro, donde además de poder conocer a las personas que vienen a otros talleres, ellos y ellas pueden lanzar propuestas de lo que les gustaría hacer y es ahí donde el poder educativo se multiplica. Por ahora son pequeñas cosas: el cartel de los cumpleaños o el buzón de centro. Pero pienso que con estas primeras experiencias empezamos un proceso muy significativo que les puede ayudar a hacer cosas que ahora ni imaginan.
Dinos una de las cosas más importantes del proyecto.
Siento que con este proyecto ofrecemos un espacio para que las y los adolescentes puedan venir y hacer cosas que les interesen, que tengan oportunidades más allá del banquito de la plaza. Este es el espacio perfecto para ellas.


¿Y el barrio, las familias entienden lo que hacéis?
A principio de curso me paseé por todo el barrio, entrando en comercios y presentándome, con la excusa de colgar un cartel explicaba lo que hacía y así poco a poco pienso que se irá conociendo el espacio entre la población adulta de la zona. Otra cosa importante ha sido el contacto con las familias. Pienso que si ellas saben lo que pasa en el Centro Juvenil será más fácil que todo funcione mejor. Al inicio de curso hicimos una reunión con las familias de las personas inscritas a los talleres, donde les explicamos el funcionamiento del centro, los talleres, las reuniones… quería explicarles que yo soy la persona de referencia, que tengo perfil educador y que lo que pasa en el centro está diseñado y coordinado por personas profesionales. Al final si ellas saben dónde van sus hijos e hijas será más fácil que les dejen quedarse a una cena o entiendan que venir al taller es importante.
¿De dónde procede una persona como tú?
Yo conocí el modelo de Casas de Juventud en mis prácticas de Técnico de Animación Socio Cultural y Turísticas (TASOCT). Tuve la suerte de conocer a la Federación Valenciana de Casas de Juventud en este momento, pienso que pasé por el ciclo sin la oportunidad de poner en práctica la teoría y aquí he podido aprender muchas cosas que me han hecho tener una visión más amplia de nuestro trabajo. Me gustaría que más personas que se están formando puedan conocer estos espacios, para implicarse en ellos y conocer un proyecto educativo de transformación social.
Gracias, Ruth.
Un placer, Virginia.
Castelló de la Plana, noviembre 2022